martes, 17 de octubre de 2017

¿Improvisación pactada?¿Pacto improvisado?

Pues ni una cosa ni la otro. Salvo improvisación e improvisado. Esa es la forma de hacer política que tiene la señora que rige los destinos del Ayuntamiento. Porque la han puesto y no porque la hayan elegido. Pero eso es otro tema. No voy a hablar de porqué está ahí y a quién hay que darle las gracias. Al menos, yo. Se supone que si alguien se presenta a unas elecciones, lo hace con un programa. Lleno de cosas que se prometen pero no se cumplen. O lo hacen a medias. Yo he cogido la costumbre de leer los programas de la gente que se presenta y que llega a mis manos. En este país las cosas funcionan de esta manera. Para la izquierda, la derecha sólo beneficia a los ricos mientras que en el otro sentido, se comenta que llevan todo a la ruina. En las pasadas elecciones, por el PP se presentaba Esperanza Aguirre, uno de los símbolos más odiados por la izquierda. Tampoco es que se dijeran mucho unos a otros. Somos los buenos y vosotros los malos. Nada del otro mundo. Pero hete aquí que dentro de ese plan que tiene Engañemos y sus marcas blancas (cuando digo eso me viene a la cabeza los anuncios de limpiadores) de decir lo que la gente quiere oír, prometió arreglar el problema de los barrenderos que tan mal había llevado el equipo anterior, a cuya cabeza también había alguien que no había sido elegida. Pero date que, dos años y medio casi, ver un barrendero por la calle es motivo de alegría. No por nada sino porque no se sabe cuando se verá al próximo. Siguiendo con la limpieza, de repente uno se encuentra cubos de basura nuevos. Más bonitos, sí. Con más capacidad (parece), sí. Pero que se han puesto de ral manera, algunos, que han quitado alguna plaza de aparcamiento. También, de repente, en mi barrio, dónde también es lo de los cubos (contenedores debían ser mejor), han crecido semáforos para regular un cruce donde nunca he visto ni he oído un accidente. No sé si serán de esos que llevan cámara. Claro que, en su caso, es para evitar que la gente conduzca mejor y no por recaudar. Ella es de izquierdas. Pero lo que denota esa improvisación es lo de escenificar votaciones on-line para cambiar algunas cosas como estética y nombres de algunas zonas. Primero fue la Plaza de España y ahora parece que van algunas más. Luego no se sabe lo que pasa pero vende que se hace lo que quieren los ciudadanos. Es una forma de quedar bien. Y como tampoco se sabe si se hace algo, pues ...... Es decir, se hace un pusdemón. Pido para hacer pero no hago. Al menos, yo no lo sé porque ni lo he visto, ni leído ni oído. La verdad es que esta señora inventó el hacer un "pusdemón" antes que el propio Puigdemont. Así que igual podría decirse que el hombre hizo un "carmenazo". Digo pero luego matizo lo dicho como una idea. Dice o lo hacen los de su partido que parece que van por libre. Improvisación. Simple y llanamente, improvisación. ¿Pero eso va en lo que se pactó cuando la pusieron donde está o se improvisó el pacto? Vete a saber. Improvisemos una respuesta. Yo tengo la mía.

martes, 23 de mayo de 2017

Avales y votos.

Por fín acabó. Parece que llevan toda la vida pero sólo han sido siete meses. El PSOE ya tiene ganador de las primarias. ¿Y eso significa algo? Pues la verdad no lo sé. Porque el mes que viene hay un Congreso General y no sé si ahí se ratifica al que será Secretario General o se tendrá que elegir entre los compromisarios. Todo es posible según lo que he visto. Pero no lo entiendo. Realmente no entiendo lo que pasa dentro de los partidos porque lo veo desde fuera. Y una de esas cosas que no entiendo es lo de los avales. ¿Quién presenta los avales? Si, lo se. Ahora alguien era mejor gracia. Los presenta el candidato. Eso hace que replantee la pregunta. ¿Quién avala a los candidatos? Porque hay que ser como es posible que Susana Díaz, ahora alias Cruzcampo porque dicen que fuera de Andalucía no la quiere nadie (de verdad no me hizo mucha gracia esa cerveza aunque si no queda otro remedio ....), saque 7.000 avales más que Pedro Sánchez, al que todo el mundo sabe que le llamo Figurín, pero luego éste saca más de la mitad de los votos. ¿Avalan los militantes?  Me da que no. Pero después de la tormenta me da que no vendrá la calma. Además no entiendo como compañeros (y compañera) de partido se pongan a caer de un burro cuando deberían buscar un partido unido. No sé si lo he dicho alguna vez pero tengo que reconocer que ha habido dos veces que voté a favor del PSOE. Bueno, realmente a lo que defendía. La gente integración en la OTAN (mi primera votación) y la Constitución Europea. Pero este caso fue, no porque me gustara la pantomima de Zejitas, sino porque creo en una Europa fuerte y unida, de dos velocidades, vale. Pero fuerte y unida. Políticamente siempre me definí contrario lo que hizo que la gente me llamara facha. Y cuando tuve posibilidad a acceder a sus programas, menos. Pero eso es otra cosa. España necesita un PSOE fuerte. Pero que valga. Igual que he dicho cuando el PP estaba en la oposición, decir no por que sí no lleva a nada. España no puede depender de lo que diga uno sólo. Los españoles votamos para buscar lo mejor. Y eso se consigue si todos los diputados pensaran lo mismo. Eso sí, para eso hace falta un PSOE que valga para algo más que pegarse. Además, si tanto diálogo piden, deberían empezar por ellos.
Seguiremos a la espera.

jueves, 4 de mayo de 2017

Presupuestos propuestos, ¿propuestas presupuestarias?

¿Alguien esperaba que los presupuestos propuestos fueran a salir en primera votación? Iluso quien lo pensara. Siempre la oposición vota en contra. Por eso, igualmente, debería haber publicado este artículo en El Azote (http://el-azote.blogspot.com por si alguien no sabe la dirección). Pero me voy a centrar en éstos recién votados. La izquierda nunca votará unos presupuestos no propuestos por ellos. Ayer se debatían siete, creo, enmiendas a la totalidad. ¿Alguien sabe en qué consistían? Es más, ¿los diputados lo saben?¿Conllevan unos presupuestos alternativos?¿O sólo se presentan por que quien los propone se sienta en la bancada de enfrente? La portavoz socialista que habló después sólo dijo que iban a presentar miles de enmiendas parciales. Entiendo que serán a puntos concretos. ¿Tantos puntos hay? Dado que Pablo Iglesias sigue a lo suyo (como siempre), no sabemos lo que va a hacer. Salvo la moción de censura. Cada vez tengo más seguridad de que es un posturitas. Pero eso es otro tema. El último artículo publicado en El Azote (http://el-azote.blogspot.com) hablaba sobre la capacidad de dialogar y de lo bueno que es. Bueno y rentable. Por eso pienso que, en una situación como ésta, proponer unos presupuestos es muy diferente que imponerlos. ¿Acaso nadie sabe en qué consisten lo presupuestos hasta que llegan al parlamento? Porque dudo mucho que Montoro hiciera algo más que contar, a grandes rasgos, en qué consisten. Pienso (luego existo) que lo presupuestos deben incluir cuánto y cómo se ingresa aparte de cuánto y cómo se gasta lo que se ingresa. Todos esos datos deben ser conocidos por los especialistas económicos (porque los tendrán, digo yo) de los partidos. Y éstos, en base a ellos, presentarían las enmiendas. Enmiendas en las que los partidos han de mostrar alternativas. Pero claro, tal y como decía al principio, no creo que nadie sepa en qué consisten. Porque si no creo que Montoro concrete, tampoco los demás portavoces. Eso sí, al igual que digo que el señor Iglesias (lo de señor es por ser hombre, no se vayan a creer) es sólo una postura de cara a la galería, los debates en el Congreso me da que es algo parecido. Porque, ¿cómo van a discutir sobre algo de lo que no se conoce? Es de locos. Por eso decía lo de los equipos económicos. El portavoz lee lo que le dan. Y, a menos que vayan escribiendo lo que vayan a contestar, es posible que esa primera (incluso segunda) respuesta ya estén escrita porque saben lo que va a decir el contrario. Y eso también es algo equivocado. Es decir, ya sea real, ya sea montaje, todo el mundo se equivoca. Pero todo el mundo piensa que los equivocados son los otros. Pero, para mí, todo es un paripé. Desgraciadamente. Claro, que mi diagnóstico puede ser equivocado.

jueves, 20 de abril de 2017

Carme Chacón.

Creo que a todos los miembros del gobierno de Zapatero les puse mote. No es que me cayeran bien o mal. Era por culpa de su jefe y de la forma de repartir ministerios como quien da cartas al principio de una partida de mus. Me parecía un gobierno de cara a la galería. Más que nada para que le vieran y hablaran de el que de gobernar. Porque, digan lo que digan, Zapatero aún no se cree que hubiera ganado dos elecciones y mucha de la gente de su equipo hubiera llegado tan alto. Pero eso es otro tema.
Salvo el día que hubo el traspaso de cartera, día solemne, creo que nunca la vi sin una sonrisa. Más o menos grande. Pero una sonrisa. De ahí que la llamara la "ministra sonrisa". Desconozco lo que hizo mientras era ministra de Defensa, aparte de visitar a nuestros soldados en el exterior y coger la baja por maternidad (creo que esa fue la única razón por la que una mujer estuvo al frente de un ministerio de los fuertes), claro. Si tengo claro su labor al frente del Ministerio de Vivienda. Nada. Nada de nada. Pero seguía con esa sonrisa que superaba la de Joker de Zapatero. O la de la "ministra niñata". Son de esas sonrisas que despiertan. Que te despiertan. Y así se la recuerda hasta el último momento. Tampoco se la labor que hizo ni en el PSOE ni en el PSC. Ni lo sé ni me importa. Y tampoco sé sí toda la gente que estuvo ayer en el homenaje lo hizo de corazón, para aparentar o para salir en la foto. Viéndola durante estos años, oyéndola durante estos años, uno se da cuenta de lo que se ha perdido. Una mujer tranquila, correcta, sonriente, ... Algo que, en estos momentos, igual necesitaría su partido. Descanse en paz.

P.D.: Me hizo gracia (no por nada más porque hacía tiempo que no la veía) ver a la del acontecimiento planetario. Y faltó gente. O yo, por lo menos, no la vi.

lunes, 3 de abril de 2017

Hablar o decir.

Lo bueno del castellano es que tiene una riqueza lingüística tremenda. Pero hay que saber qué se dice. O saber de qué se habla. Podría sonar lo mismo. Podría. Pero todo depende de quién lo oiga. O de quién lo escuche. Que también podría ser lo mismo. A mí, por ejemplo, no lo es. Igual que en inglés está to look y to see. Ambos verbos significan ver. Aparentemente. Pero, en realidad, uno es ver y otro mirar. Ayudando, por otro lado si llevan preposición o no.
Todo ésto viene a raíz del revuelo que se ha montado por lo de la condena al chico-chica grumete (expresión que usaba el padre de la serie Matrimonio con hijos al dirigirse a su vecina y que yo uso cuando me refiero a alguien que no se si es hombre o mujer. En este caso es porque se dice que es transexual y por su aspecto lo parece) por lo de los tuits relativos al asesinato de Carrero Blanco. Por que no murió sino que le mataron. Hay muchas teorías sobre ello, pero no voy a entrar en ello. Hablar de este tema me lo sugirió un compañero de instituto. Vaya por delante que aún no lo he leído. Aún, digo, porque otra compañera me ha pasado el enlace de la página de El País donde se publican. Fiel a mis principios, escribo acerca de lo que veo, leo u oigo y, como puedo tener ideas equivocadas, sobre todo por lo que no he visto, lo dejo claro. Decidí empezar este artículo antes de leer los tuits pero, antes de ello, he comentado comentarios (los comentarios se comentan con otros comentarios ya que no siempre son respuestas) gracias acerca del asesinato. Aunque también buscaré (porque lo dije) lo que pueda sobre la muerte de Carrero Blanco cosa qué, tras varios días desde que empecé a escribir ésto, aún no he hecho.
Pero, por suerte para mucha gente, cada día sale algún titular en el se habla de alguien que habló de algo pero que no dijo nada. Generalmente el personaje es de la farándula varia, cosa que leo en la prensa escrita, o de la política, que veo en la tele. Pero bueno, como empiezo un artículo aún sin publicar, a uno no le conocen si no hablan de él, ya sea bien o mal. No hablan o no dicen.
Yo, en cambio, escribo lo que pienso pero son otros los que deben interpretar el texto. Para hablar. Para decir. Para pensar. Para nada.

jueves, 16 de marzo de 2017

La carrera.

Se que ya he escrito más de una vez sobre la izquierda. Bueno, para eso es este blog. El no ser de izquierda hacía que mucha gente me colgara el cartel de facha. Sin saber y sin conocerme. Pero esa forma que tienen (o tenían ya que no recibo tantos artículos por Facebook como antes) me hizo abrir ésto dado que me era más fácil publicar un artículo que soltar una parrafada como contestación.
Pero hoy no voy a soltar parrafadas sino a hablar de lo que veo, leo y oigo. Vamos, como siempre. La carrera por liderar el PSOE ya está en marcha. Antes era calentamiento. Aunque falte un participante. La cosa es así. El PSOE es de izquierda. Pero sólo porque sus orígenes o, porque la gente que lo originaron, se sentaban en la parte izquierda del parlamento. Al menos eso pienso yo. Puede ser verdad, puede ser mentira. Pero como todo en esta vida, se puede ser moderado o se puede ser radical. Pero es izquierda. Y ahí deben seguir estando. No por nada sino porque un país moderno debe tener cubierto todo el espectro político. Guste o no guste, eso también, no sólo es sino que debe ser.
Ahora mismo, el PSOE no sabe ni dónde está ni por dónde anda. Lleva así bastante tiempo. Yo, lógicamente, lo veo desde fuera pero al partido no le han hecho desde fuera. Bueno, si se lo han hecho. Pero más desde dentro. No creo que mucha gente quisiera a Pedro Sánchez como secretario general. Pero, una de dos. O se le puso para manejarle o como si fuera ese niño que patalea por un juguete y a los diez días se cansa y lo deja. Pero, sea como sea, se lo creyó, vio que nadie le decía nada, le gustó el juguete y se vino arriba. Lo malo de las alturas es que ves cuando sube alguien, con buenas o malas intenciones o el golpe si se cae es fuerte. Y al bueno de Pedro le pasaron las dos cosas. Vio que subía gente, mantuvo a la vista a los malos pero fueron alguno de sus buenos los que ayudaron a que cayera/le empujaran. Entre medias, las primeras elecciones y su propósito de ser presidente. Su única fijación. Y para eso busco a gente con la que había hecho buenas migas en las municipales y autonómicas. Pero ellos también, al igual que Pedro, se lo habían creído y se habían venido arriba. Y debían actuar en consecuencia. Precio muy alto incluso para conseguir el objetivo. Pinchazo en hueso y vuelta a votar donde escogió una nueva táctica. Buscar que fueran a buscarle los que habían aceptado apoyarle y los que pidieron mucho que habían cambiado de táctica también. Cogerían lo que les dieran. Otro hueso y empezó el desmembramiento. Con una naturalidad tremenda. Se aplicó aquel dicho de que ella sólo se murió porque la mataron entre todos.
Eso sí, ahora todo el mundo tiene el pegamento para unir todos los cachos que se han ido desgajando. Aunque no lo tengan. Pero estamos en la edad de decir lo que los oyentes quieren oir. Y así estamos. El defenestrado, el supuesto candidato de consenso y el candidato en la sombra que está iluminado por todas las luces, enfocando, sólo de pasada, a los demás. Eso, de nuevo según mi opinión no es bueno porque rompe ese clima de igualdad y fraternidad que se quiere dar. Supuesta igualdad y su puesta fraternidad. Porque no se como quedarán los dos que pierdan. Pero tampoco sé cómo quedará quien gane. Es una carrera de obstáculos en los que las vallas son los mismos candidatos y sus apoyos.
Suerte a todos y que Dios nos pille confesados. Hasta saber que dice el ganador tras bajar del podium y dar la rueda de prensa.

viernes, 24 de febrero de 2017

Vara de medir.

Cuando uno nombra VARA, automáticamente le viene a la cabeza El Tío La Vara. Pero seguro que no hay gente que sepa de dónde viene el nombre. Si, ya lo se. Es de medir. ¿Pero medir el qué? Pues antiguamente no se medían las cosas en litros, metros o kilos. Los litros eran arrobas (eso aún se mantiene), los kilos no recuerdo y los metros, por varas. Si valían para eso, ¿porqué llevar el apellido "de medir"? Muy sencillo. Por que había otro tipo de varas. Para apoyarse, para dirigir al ganado .... Lo normal es que todas esas varas fueran más o menos iguales. En función, claro está, de lo que quisiera medirse. Y de ahí el término. Ahora, que estamos dentro de cantidad de procesos judiciales, se usa ese término para opinar sobre peticiones de condena, sentencias provisionales y definitivas. Por ejemplo, para mí, que el pederasta de Ciudad Lineal se coma por la cara más de un 70% de su condena porque no se puede estar más de 20 años encerrado, me parece que se ha usado distinta vara de medir. Un terrorista creo que está 30 y este pollo atentó contra niñas desvalidas.
Pero eso es otro tema. Otra vara. A la que me refiero yo es la que marca la corrupción en los juicios que vemos desde hace un tiempo. Un imputado (o investigado) es un imputado (o investigado) sea rojo, azul, morado, naranja o cobre azulado con toques de verde cálido. Eso sí, es presunto. Nada está cerrado ni firmado. Otra cosa es un juicio. Estar sentado en el banquillo marca. Pero cabe la posibilidad de que uno quede libre. Y cabe también la posibilidad (esa será segura) que habrá partidos para los que esa absolución no es válida sino que son favores devueltos. Distinta vara. Pero lo que preocupa menos, al menos a mí, es la vara de medir de los jueces, que no de la justicia. Me preocupa más la vara de medir del público. Creo que alguna he escrito acerca de lo que se escribe y lo que se lee. El que lee, cree que el que escribe pone lo que pone por estar de informado. Y el que escribe sabe que mucha gente va a pensar que se ha informado antes de plasmar su idea. O que, hablando a medias, va a conseguir que sus lectores se queden con lo que le importa para crear polémica. Siempre que eso cree debate, es bueno ya que siempre viene bien intercambiar opiniones. Pero también está la diferente vara de medir de los debatidores o debatientes, que es más correcto. Te dejo hablar pero sólo dices tonterías. Tonterías es no dar la razón a la cabeza de lo escrito y a todos los comentarios. Aunque se diga lo mismo de otra manera o se añadan datos que refuercen la opinión principal. Pero también está el rebatir. Los varazos que ellos pegan a los de enfrente, valen para que los reciban los suyos. Con la misma vara. Siempre he dicho que el que es malo es malo, este a mi lado o no. Hay otros que no lo entienden. Igual que creo en la presunción de inocencia. Hay una medida para cada cosa. Y cada medida tiene una vara. Para eso se crearon las diferentes varas. Porque cada distancia tenía la suya. Pero no puedes usar una para medir lo que debería hacerse con otra.

miércoles, 15 de febrero de 2017

¿Por qué?¿Por dónde?

Dos pescadores andan una mañana en su barca y, de repente, al recoger las redes, ven que, junto a los peces, hay una sirena. Sirena como la pintan lo que hace que a ambos pescadores se les salgan los ojos de las órbitas. De repente, uno de ellos la coge, la mira y la devuelve al mar. El otro, estupefacto, pregunta: ¿Por qué? Y el primero le mira y le responde: ¿Por dónde?
¿Y a qué viene ésto? Se preguntará quien lea la entrada. Muy sencillo. Las aguas bajan turbulentas en la izquierda. Al principio sólo era PSOE pero también Podemos (hoy les llamaremos por su nombre) se ha echado con sus balsas al río. No veo mal que haya debate en los partidos. No puede haber una sola corriente. De hecho no la hay pero todo depende de que de trate interna o externamente. La primera forma es la que ha escogido el PP. Una intermedia, aunque más cerca de la primera, Ciudadanos, del que ya hablaré en El Azote (http://el-azote.blogspot.com). Pero la izquierda cogió la segunda forma. Hay un dicho que oí hace tiempo que decía que siempre es bueno que hablen de uno aunque sea mal. Algo así han hecho, están haciendo y seguirán, Pedro Sánchez, Susana Díaz, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. La gente ha hablado de ellos. El tema de todo ésto está en dos preposiciones y dos adverbios. Por y para por los primeros y qué y dónde por los segundos. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Por dónde? ¿Para dónde? Habrá gente que piense que cada pareja de preguntas son las mismas. Puede ya que tienen respuesta parecida. Por ésto, para ésto, por allí, para allí. Pero sólo nos ocuparemos de las que forman el título de la entrada. ¿Por qué? Por no salir, por salir mucho, por no hablar o por hablar demasiado. Eso sí, sólo hablan de ellos. Y eso lo hacen por que la gente habla de ellos y ellos luego vuelven a hablar de lo que dice la gente o los otros implicados. Hay quien tiene más labia, más presencia, más poder de convocatoria, ... ¿Por dónde? Pues el allí que responde a esa pregunta puede tener un final idéntico. Y digo puede porque dudo mucho que haya alguno de los que se creen garantes de las ideas de sus partidos (o de lo que sea que llame Podemos) que piense que va a llegar a la Moncloa por un camino de rosas. El allí de uno es volverse más radical. Eso significa protestas bestias en las que sólo se buscan contenedores y papeleras para romper y quemar (luego llegarán las alcaldesas de sus partidos quejándose de que la gente tira la basura al suelo) pero poco reivindicar. Y todos sabemos lo que provoca eso. Incluso los que organizan pero que no les importa. El allí de otro es luchar desde dentro. Más que nada porque lo más difícil es entrar. Un tercer allí es acercarse a los de su izquierda. Lo malo es que es posible que su gente no comparta alguno de sus allís. Pero hay otros dos personajes, uno nombrado y el otro no, que se sabe que tienen un allí pero no se sabe dónde. Dos de los allís ya se han despejado. Quedan los otros tres. Habrá que ver. ¿Por qué? Para hacer mejor a su país (a su manera, claro). En realidad es para seguir con su estatus. ¿Por dónde? Aquí levanto los hombros. Cualquiera de sus allís allana el camino a otros.