Y yo sigo siendo el rey (de cara a la prensa)

Desde hace un tiempo hay cosas que me extrañan. A diferencia de lo que creen muchos, me enseñaron de pequeño que no estamos solos y que todo se reparte. Eso sí, teniendo en cuenta de que tienes que tener energía para hacerlo. Y hacerlo, claro. O sea, que te quedas con lo tuyo que no es todo (en función de ese todo) pero lo justo.
Desde hace un tiempo hay cosas que me extrañan. Hay gente que no se hace a la idea de tener ese todo y, por lo tanto, no sabe usarlo. Y también está la gente que desea tener algo de ese todo, aunque quiere tenerlo todo, pero sólo para fardar de ello y/o que no lo tengan otros. A fin de cuentas, sino se usa como Dios manda, se hace así. No sabiendo. O no queriendo hacer lo que cree que debería hacer sólo por haber gente que, aún tampoco sabiendo, aconseja.
Todo este todo sólo vale para decir que hay que saber jugar. Si no levantas la cabeza te pasas o por seguir con el todo, te das la vuelta. Así que, o sabes o tienes la idea de y el ingenio para aprender rápido. Otra cosa es que sea bien pero, por lo menos, se ve interés.

El carril del 10.

Este artículo lleva el nombre del blog por ser por ahí por donde nos quiere llevar Figurín. Es un carril, en un principio, bueno. Moderado. Diría que progresista pero como nadie me ha explicado a qué de refiere, pues no lo haré.
Lo malo es que no controle los pases que da al extremo, le pidan el balón o no. Aunque peor es que lo haga por su cuenta. Y no porque el extremo no esté colocado sino por que uno recriminará eso mismo y otro, adelantarse y no esperar.
Veremos a ver los primeros 100 días. De momento ya han echado balones fuera dos veces por que el extremo lea dijo que no era el momento.