miércoles, 6 de febrero de 2019

Melosplique.

Realmente todo lo que pasa ahora es por la izquierda. Hasta, con todo el respeto, el conflicto de los taxistas han terminando echando la culpa de todo al PP. Incluso deseando que no salgan en las elecciones. Pero bueno, era de prever teniendo en cuenta ese detalle.
Y digo todo porque todo lo que se habla de política es izquierda. La izquierda habla y la derecha habla de la izquierda. Pero lo malo es que llegará la campaña y seguirá todo igual. Alguien me dirá que si la derecha habla de la izquierda, éstos hablarán de aquellos. Pues no. Ellos sólo piden que les apoyen.
Es algo que me hace gracia. Sobre todo porque ahora todo está grabado y mucho de lo que se está diciendo ahora, dándolo por nuevo, tiene años. Y volviendo a lo que me podían decir era que tendría que abrir un blog que se llamara El carril del 8. Pero don Luis es don Luis y no hay que tocarle.
No sé si lo explique alguna vez pero el sentido de este blog es que, les guste a unos o moleste a otros, este país es de izquierdas. Otra cosa es que esté más fragmentada que la derecha. Mucho más. De ahí que haya un carril del 10.
Volviendo al sentido del artículo, a base de hablar de lo buenos que son, todo se ha roto. Hablando de lo que hacen por el bien de los demás, todo se ha roto. Todo lo que se rompe puede pegarse pero es como cuando se habla del papel arrugado que se estira. Por mucho que se estire nunca queda igual. Eso es lo que lleva pasando en la izquierda desde que me interesa la política. ¿Hay más partidos a la derecha que a la izquierda? Pues ni lo sé ni me importa. Sólo sé que el batiburrillo que se montó a la izquierda del PSOE (primero IU y ahora también Podemos aunque ahora vayan juntos pero no revueltos) no les lleva a ninguna parte. La idea de los morados (que lo del color no sé si será como quieren ponerse), se dice, de basa en el 15-M. Hay se demuestra que las buenas ideas sólo son eso, buenas ideas. Ni de un lado ni de otro. Y ese sólo es mucho. Reconozco que leí sus 10 puntos coincidiendo con 8 de ellos, rechazando uno y gustándome el otro a medias. Otra cosa sería el desarrollo de ellos. Pues alguien debería explicarme como llegó Pablo Iglesias y su séquito a apoderarse de ello (leí que los que acaudillaban la acampada no quisieron notoriedad). Y como Izquierda Unida se fue desinflando cuando se fue Julio Anguita hasta llevarles a unirse con lo que se pensaba que era la izquierda alternativa. Pero, aunque hay gente para ello, el PSOE no quiere acercarse a la banda para tener colchón a ambos lados. Lo malo es que puede que el 11 y el 9 se muevan y, al no encontrar donde apoyarse, caiga. En ese momento dependerá todo de lo que tarde en levantarse y si se quiere cambiar al interior.
Melospliquen.