lunes, 24 de octubre de 2016

¡Por allí sopla!

Eso es lo que se gritaba cuando el vigía veía una ballena. Algo así, pienso, ha gritado alguien en el PSOE. Pero, la verdad es que no se muy bien lo que ha podido ver. Más que nada porque depende de hacia donde mirara. A donde estaban los de uno de los noes o donde estaban los del otro. Sabemos lo que querían unos. Un gobierno. Los más moderados por decirlo de alguna forma. Lo que no se es lo que querían los otros. Bueno, si. No a Rajoy. Un no a Rajoy que dos días después nos llevaría, irremisiblemente, a unas terceras elecciones. Pero no me interprete mal quien me lea. Entiendo, y veo legítima la postura dentro de un modelo democrático, que haya dirigentes socialistas que aboguen por el no rotundo o por lo que llaman, abstención técnica. Es decir, ¿hacen falta 11 abstenciones para la mayoría simple (dado que Rajoy lo es y mucho, es lo normal)? Pues 11 se abstienen. De todas maneras, eso de la disciplina de voto me parece un poco dictatorial. "Me parece bien que discrepes, eso hace abrir un debate interno pero se hace lo que yo digo". ¿Porqué si la votación para elegir a los presidentes de la cámara es secreta y la de para elegir al presidente del gobierno, no? Esa opción evitaría el cisma que está a punto de producirse aunque, también, éste viene por cierto sentido independentista, no de España a pesar de no tener una postura clara, sino del PSOE como ya lo fueron en el pasado. Si el voto fuera secreto, igual el vigía sólo tendría que mirar hacia un solo sitio. Ahora uno se encomienda a Dios. Que nos ayude o nos pille confesados. ¡Por allí sopla!.