Dos pescadores andan una mañana en su barca y, de repente, al recoger las redes, ven que, junto a los peces, hay una sirena. Sirena como la pintan lo que hace que a ambos pescadores se les salgan los ojos de las órbitas. De repente, uno de ellos la coge, la mira y la devuelve al mar. El otro, estupefacto, pregunta: ¿Por qué? Y el primero le mira y le responde: ¿Por dónde?
¿Y a qué viene ésto? Se preguntará quien lea la entrada. Muy sencillo. Las aguas bajan turbulentas en la izquierda. Al principio sólo era PSOE pero también Podemos (hoy les llamaremos por su nombre) se ha echado con sus balsas al río. No veo mal que haya debate en los partidos. No puede haber una sola corriente. De hecho no la hay pero todo depende de que de trate interna o externamente. La primera forma es la que ha escogido el PP. Una intermedia, aunque más cerca de la primera, Ciudadanos, del que ya hablaré en El Azote (http://el-azote.blogspot.com). Pero la izquierda cogió la segunda forma. Hay un dicho que oí hace tiempo que decía que siempre es bueno que hablen de uno aunque sea mal. Algo así han hecho, están haciendo y seguirán, Pedro Sánchez, Susana Díaz, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. La gente ha hablado de ellos. El tema de todo ésto está en dos preposiciones y dos adverbios. Por y para por los primeros y qué y dónde por los segundos. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Por dónde? ¿Para dónde? Habrá gente que piense que cada pareja de preguntas son las mismas. Puede ya que tienen respuesta parecida. Por ésto, para ésto, por allí, para allí. Pero sólo nos ocuparemos de las que forman el título de la entrada. ¿Por qué? Por no salir, por salir mucho, por no hablar o por hablar demasiado. Eso sí, sólo hablan de ellos. Y eso lo hacen por que la gente habla de ellos y ellos luego vuelven a hablar de lo que dice la gente o los otros implicados. Hay quien tiene más labia, más presencia, más poder de convocatoria, ... ¿Por dónde? Pues el allí que responde a esa pregunta puede tener un final idéntico. Y digo puede porque dudo mucho que haya alguno de los que se creen garantes de las ideas de sus partidos (o de lo que sea que llame Podemos) que piense que va a llegar a la Moncloa por un camino de rosas. El allí de uno es volverse más radical. Eso significa protestas bestias en las que sólo se buscan contenedores y papeleras para romper y quemar (luego llegarán las alcaldesas de sus partidos quejándose de que la gente tira la basura al suelo) pero poco reivindicar. Y todos sabemos lo que provoca eso. Incluso los que organizan pero que no les importa. El allí de otro es luchar desde dentro. Más que nada porque lo más difícil es entrar. Un tercer allí es acercarse a los de su izquierda. Lo malo es que es posible que su gente no comparta alguno de sus allís. Pero hay otros dos personajes, uno nombrado y el otro no, que se sabe que tienen un allí pero no se sabe dónde. Dos de los allís ya se han despejado. Quedan los otros tres. Habrá que ver. ¿Por qué? Para hacer mejor a su país (a su manera, claro). En realidad es para seguir con su estatus. ¿Por dónde? Aquí levanto los hombros. Cualquiera de sus allís allana el camino a otros.
miércoles, 15 de febrero de 2017
¿Por qué?¿Por dónde?
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