lunes, 3 de abril de 2017

Hablar o decir.

Lo bueno del castellano es que tiene una riqueza lingüística tremenda. Pero hay que saber qué se dice. O saber de qué se habla. Podría sonar lo mismo. Podría. Pero todo depende de quién lo oiga. O de quién lo escuche. Que también podría ser lo mismo. A mí, por ejemplo, no lo es. Igual que en inglés está to look y to see. Ambos verbos significan ver. Aparentemente. Pero, en realidad, uno es ver y otro mirar. Ayudando, por otro lado si llevan preposición o no.
Todo ésto viene a raíz del revuelo que se ha montado por lo de la condena al chico-chica grumete (expresión que usaba el padre de la serie Matrimonio con hijos al dirigirse a su vecina y que yo uso cuando me refiero a alguien que no se si es hombre o mujer. En este caso es porque se dice que es transexual y por su aspecto lo parece) por lo de los tuits relativos al asesinato de Carrero Blanco. Por que no murió sino que le mataron. Hay muchas teorías sobre ello, pero no voy a entrar en ello. Hablar de este tema me lo sugirió un compañero de instituto. Vaya por delante que aún no lo he leído. Aún, digo, porque otra compañera me ha pasado el enlace de la página de El País donde se publican. Fiel a mis principios, escribo acerca de lo que veo, leo u oigo y, como puedo tener ideas equivocadas, sobre todo por lo que no he visto, lo dejo claro. Decidí empezar este artículo antes de leer los tuits pero, antes de ello, he comentado comentarios (los comentarios se comentan con otros comentarios ya que no siempre son respuestas) gracias acerca del asesinato. Aunque también buscaré (porque lo dije) lo que pueda sobre la muerte de Carrero Blanco cosa qué, tras varios días desde que empecé a escribir ésto, aún no he hecho.
Pero, por suerte para mucha gente, cada día sale algún titular en el se habla de alguien que habló de algo pero que no dijo nada. Generalmente el personaje es de la farándula varia, cosa que leo en la prensa escrita, o de la política, que veo en la tele. Pero bueno, como empiezo un artículo aún sin publicar, a uno no le conocen si no hablan de él, ya sea bien o mal. No hablan o no dicen.
Yo, en cambio, escribo lo que pienso pero son otros los que deben interpretar el texto. Para hablar. Para decir. Para pensar. Para nada.

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